DANZA: LA UNIÓN PERFECTA ENTRE ARTE Y DEPORTE
- María Vera
- 23 abr 2020
- 2 Min. de lectura
El baile ha sido una parte fundamental del arte desde que nació en Francia la danza clásica durante la etapa del romanticismo musical. La expresión artística tan buscada en los bailarines se ejecuta mediante una gran cantidad de ejercicio físico, entrando por derecho propio en la categoría de deporte.
Una de las mujeres más importantes del ballet ruso, Anna Pavlova repetía esta frase como si de un mantra se tratase: “El éxito depende en gran medida de la iniciativa individual y del esfuerzo, y no puede ser alcanzado excepto con trabajo duro”.
La danza, como cualquier otro deporte es una combinación de disciplina, entrenamiento, fuerza, técnica y sobre todo pasión.

Los inicios del baile clásico se remontan en 1831 con el estreno de Robert le Diable de Meyerbeer, haciendo que el ballet inicie su propio camino independizándose de la ópera. Esta obra es considerada el primer ballet del romanticismo, aunque la más destacada es La Sylphide creada por Filippo Taglioni ya que refleja los ideales de la época.
Nos tendríamos que desplazar a principios del siglo XIX junto con uno de los empresarios rusos más importantes de la época, Serguei Diàghilev, para poder conocer la mejor etapa de esta disciplina.

Diàghilev fue el fundador de la compañía de Ballet Ruso. Desde el primer momento, la compañía creada por este empresario, se convirtió en el mayor centro de experimentación artística aunando a coreógrafos como Michel Fokine, compositores como Claude Debussy o Stravinsky e incluso pintores como Picasso o Matisse que crearon atrezos para alguna de las obras representadas en los grandes teatros: Mariinsky y Bolshoi.
En Los Ballets Rusos actuaron grandes bailarines como la ya mencionada Ana Pavlova y Valav Nijinski quien se dedicó, siendo muy joven, a la coreografía, creando ballets tan memorables y controvertidos como La consagración de la primavera (Le Sacre du Printemps).

Paralelamente a la revolución del ballet, surgieron las primeras manifestaciones de las danzas modernas. La reacción a los estilizados movimientos y la progresiva emancipación de la mujer fueron los causantes de la creación de una forma distinta de baile donde destaca la libre expresión.
“Fuiste libre una vez, no te dejes domesticar”. Esta frase de una de las pioneras del baile moderno, Isadora Duncan, refleja claramente la idea que pretendía promover este movimiento: primero aprende las reglas, luego rómpelas.

Desde los años 20 hasta nuestros días se observan nuevas libertades en el movimiento del cuerpo. La música con influencias latinas, africanas y caribeñas han inspirado en la creación de las danzas como la samba o el tango y han hecho proliferar salas de baile en cada uno de los rincones del mundo.
Podemos decir que la danza es algo único y completo, una mezcla perfecta entre deporte y arte, algo vivo que evoluciona con el tiempo.
María Vera Carrera
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