¿PODEMOS DARNOS CAPRICHOS DE COMIDA SIN REMORDIMIENTOS?

Esta es una de las grandes preguntas que nos hacemos cada vez que vamos a un restaurante o no somos nosotros quienes preparamos la comida y, por tanto, no sabemos todos los ingredientes que contienen nuestras comidas, pero esto ha cambiado y se están llevando a cabo unas nuevas iniciativas culinarias para que podamos mantener un cuerpo sano sin privarnos del sabor y nuestros alimento favoritos.

Un ejemplo de las empresas de restauración es zest Madrid, un restaurante que se sitúa en pleno centro de Madrid y que ha decidido llevar a cabo esta iniciativa tan innovadora donde la filosofía que representa es: “conocer los componentes de los platos que se consideran más calóricos como, por ejemplo, una hamburguesa, croquetas, una lasaña, etc. De tal manera que puedan reinventarse y darles una segunda oportunidad mas sana.

Lo que buscan este tipo de restaurantes emprendedores es que no pares de disfrutar del sabor de los platos que mas nos gustan por miedo a perder “la figura”. En particular Zest en ningún momento habla de ser un restaurante ecológico, bio o que empleara los alimentos que conllevan esa definición, sino que siempre han dicho ser un restaurante bajo en calorías. Pero, ¿los platos no perderán sabor al cambiar los ingredientes?

Esta pregunta puede echarnos para atrás a la hora de querer probar esta re interpretación de la gastronomía y para nuestra sorpresa no pierden nada de sabor. De lo que puede presumir este restaurante es que puedes tomarte un brownie con un calabacín hervido dentro y si lo comes con los ojos cerrados prácticamente no te das cuenta de que es una variante saludable al gran brownie di cioccolato.

Por lo tanto, esta alternativa ha conseguido que podamos disfrutar de una gran hamburguesa (con un 70% de berenjena asada y un 30% de ternera desgrasada) sin ningún cargo de conciencia por si podemos perder nuestra “figura” o dejemos de tener un cuerpo saludable y luego matarnos en el gimnasio haciendo sentadillas.